La fibra alimenticia es un nutriente no calórico que el aparato digestivo no puede digerir, por lo que el organismo no la absorbe.
En definitiva, la importancia de la fibra dietética no deriva de sus propiedades nutritivas ni calóricas, sino de sus propiedades físicas.
Fuentes de fibra son:
- Fruta fresca
- Verduras
- Leguminosas
- Cereales
- Semillas
- Fruta seca
- Pan integral y alimentos integrales

El bajo consumo de fibra en la dieta está relacionado, a corto plazo, con problemas de estreñimiento. A largo plazo, si además la alimentación es desequilibrada e incluye un elevado nivel de grasas, aumenta el riesgo de padecer obesidad, diverticulos, incremento de los niveles de colesterol o el aumento de padecer algún tipo de cáncer como el de colon.
La fibra al no ser digerible por el organismo, arrastra todo tipo de desechos a su paso por el intestino, de ahí su
capacidad reguladora del tránsito intestinal. Además tiene la
capacidad preventiva de trastornos gastrointestinales y cardiovasculares.
Beneficios de la fibra:
- Ayuda a controlar la obesidad
- Equilibra la función del aparato digestivo
- Favorece la reducción de los niveles de glucosa y colesterol
- Ayuda a prevenir ciertos trastornos

Hay que diferenciar entre fibra
insoluble que permanece prácticamente inalterable en toda la digestión, aumentando el volumen y peso de las heces. También aumenta la secreción salival. En general, favorece la desintoxicación y ayuda a prevenir enfermedades gastrointestinales. La fibra
soluble se dispersa en agua coguiendo una consistencia parecida a un gel. Sus efectos biológicos dependen, no solo de su solubilidad y viscosidad, sino también del lugar del tubo digestivo en que se encuentre. Así puede demorar la absorción de la glucosa, prolonga la sensación de saciedad, ayuda a controlar diarreas, disminución niveles de colesterol...
También es de tener en cuenta que durante la fermentación de la fibra soluble en el intestino, se producen gases que pueden provocar distensión abdominal, flatulencia y diarrea. Esta circunstancia disminuye con el tiempo.
Por tanto, la fibra debe ser consumida en su justa medida, así, los expertos aconsejan una media de entre 20 y 35 g/día.
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